Martinelli, Antonio

Violinista, violoncelista y compositor

Italiano Barroco tardío

Módena, 1704  - † Venecia, 17 de agosto de 1782

Hijo de Giulio Asioli, nació en Módena hacia 1704 y fue bautizado con el nombre de Dario. Desde mediados de la década de 1720 estuvo activo en Venecia como compositor y profesor, siempre conocido como Antonio Martinelli. El reconocimiento de su verdadera identidad solo se ha logrado en los últimos años. El motivo por el cual ocultó sus datos personales y, hacia 1725, asumió este nombre fue para obtener un compromiso teatral en Venecia, haciéndose pasar por un actor que ya trabajaba allí, llamado Martinelli, con quien evidentemente había hecho un trato.

Al menos dos músicos de instrumentos de cuerda con el apellido Martinelli estaban activos en Venecia en los mismos años. Fuentes de archivo informan que un tal David di Bondi Todesco del gueto de Venecia fue recibido en 1718 en el instituto de catecúmenos, donde recibió el bautismo asumiendo el nombre de su padrino, Antonio, y el apellido de su patrón, Martinelli. En 1732 solicitó al instituto la liberación de su ropa de la casa de empeño, con el fin de ‘apoyarse con la profesión de intérprete acompañándose con las colinas cómicas de S. Samuel’. Además, Carlo Goldoni escribe sobre un ‘cierto Martinelli, judío que se hizo cristiano y violinista’, activo en el mismo teatro y más antiguo que el anterior, en el prefacio del tomo XVI de la edición de Pasquali de su obras. Desde entonces Martinelli siguió utilizando esta identidad ficticia. Recién en 1743, con la intención de casarse con Caterina Fabri, tuvo que pedir a su futuro suegro y al luthier D. Montagnana un testimonio bajo juramento de su verdadera identidad.

Edición discográfica con obras de Antonio Martinelli

Es denso el currículum de Martinelli, que fue violonchelista en la Capilla Marciana desde diciembre de 1753 hasta mayo de 1783 y colaboró ​​como profesor de instrumentos de cuerda con las capillas musicales de tres hospitales venecianos. Coros en ese momento reconocidos en toda Europa por ser dirigidos por compositores famosos, así como por ser compuestos por niñas huérfanas que alcanzaron metas excepcionales de habilidad en el canto y la interpretación. Martinelli fue de hecho maestro de violín y violonchelo en Derelitti desde agosto de 1733 hasta junio de 1766; maestro de instrumentos en Mendicanti desde febrero de 1730 hasta julio de 1777; maestro de violonchelo en la Piedad desde junio de 1750 hasta junio de 1782. Obtuvo así una renta decididamente considerable para un instrumentista de la época: en 1766, acumulando los salarios de S. Marco, de los Derelitti, dei Mendicanti y della Pietà ganaban 340 ducados al año, a los que se añadían los ingresos de actividades extraordinarias en las instituciones y servicios exteriores. Para tener un término de comparación se recordará que en aquella época el maestro de capilla ducal recibía 400 ducados.

Si la colaboración simultánea de un docente con tres hospitales es algo excepcional, lo es aún más la regularidad de una segunda actividad realizada en las mismas  instituciones. Junto a la oferta de música litúrgica y de oratoria, cuya producción incumbía exclusivamente al maestro de coro, los huérfanos eran de hecho utilizados para interpretar música instrumental: en particular, conciertos de solistas que ponían de relieve la habilidad de los virtuosos. Los autores de la música eran compositores externos a los institutos o profesores de instrumento. A lo largo del siglo XVIII sólo se conocen dos nombres de compositores encargados regular y permanentemente de tal producción: Antonio Vivaldi, que compuso música instrumental para la Piedad de 1723 a 1740, y Martinelli, que fue contratado en el mismo hospital con la condición ‘para componer esos conciertos, lo cual ocurrirá anualmente’, hecho que con razón nos permite considerarlo, en este cargo, el único heredero de ‘il Prete Rosso’. Una demostración del aprecio obtenido por sus composiciones es el hecho de que incluso en los Mendicanti desde 1744 Martinelli estuvo a cargo de las composiciones instrumentales, y aún en 1771 obtuvo un aumento de salario al tener que ayudar a sus hijas ‘no sólo con la enseñanza, sino también proporcionándole de vez en cuando algunas de sus composiciones y conciertos como será su obligación particular’. A los Derelitti se les pagó una tarifa extraordinaria como incentivo por su enseñanza, así como por el compromiso de componer al menos dos conciertos al año para la mayor gloria de Dios y en beneficio del coro.

Martinelli murió en Venecia aproximadamente a los 78 años de edad. El 14 de mayo de 1783 le sucede en la capilla ducal su hijo Girolamo, también violonchelista.Si las fuentes de archivo nos permiten señalar los grandes trazos de la producción de Martinelli, son pocas las composiciones que nos han llegado. Entre ellas las “Six symphonies en quatre parties”, Paris (h. 1749), así como tres “Sonates en trio violons: 1 er livre”, de los cuales hoy no se conocen ejemplares sobrevivientes. Las composiciones destinadas a los Derelitti y los Beggars están completamente dispersas; en cambio, decenas y decenas de ellas se conservan, manuscritas, en el antiguo fondo musical de la Pietà, ahora alojado en el conservatorio Benedetto Marcello de Venecia. Desafortunadamente, estas son composiciones mutiladas casi en su totalidad, que consisten solo en las partes instrumentales separadas. Entre ellas sinfonías, básicamente para cuerda y bajo continuo, pero en algunos casos también con flautas y trompas obligadas, algunas sonatas y sobre todo conciertos: para violín, viola d'amore, violonchelo, flauta traversa. La obra es generalmente agradable de escuchar y en algunos tempos lentos de cautivadora expresividad.

"Concierto para viola d'Amore y cuerdas en Re Mayor"